Ese camino conduce a muchos misterios. Subiendo hasta lo más alto se llega a San Caprasio, desde donde, en un día claro, podemos ver los Pirineos (Huesca) y también la chimenea de Andorra (Teruel), en plena Sierra de Alcubierre. En esta cumbre de 812 metros hay otra curiosidad, a parte de las impresionantes vistas de los Monegros esteparios más auténticos de Farlete y Monegrillo, que son las cuevas de San Caprasio. Al parecer este Santo decidió vivir alejado de las comodidades y se instaló en una cueva excavada en la roca, al borde de un precipicio.
El lugar es muy visitable y puedes hacer noche, hoguera y descanso espiritual o lo que se tercie. En invierno es frecuente despertar y, al salir de la cueva, contemplar un mar de nubes por debajo de tus pies, mientras por encima pueden estar cruzando una hilera de Buitres Leonados. Los montes de Monteoscuro fueron hace años los dominios del famoso bandido Cucaracha, muy difícil de atrapar entre los densos pinares de Alcubierre. Esta Sierra se extiende en dirección noroeste-nordeste y el que la recorre puede encontrar muchas más sorpresas, pues aquí solo se han desvelado las más conocidas.
El último misterio de Monteoscuro se llama Triops cancriformis. Esta historia se remonta millones de años hasta otras épocas geológicas…